Una de las más enigmáticas rimas de Becker habla del nacimiento y de la muerte, una antitesis que él utilizó poéticamente para embellecer su expresión a la hora de escribir y darle un toque de impacto para mantener el sutil misterio que el poeta dio como mensaje a estos siguientes versos:
Al brillar un relámpago nacemos
y aún dura su fulgor cuando morimos
¡Tan corto es el vivir!
La Gloria y el amor tras que corremos,
sombras de un sueño son que perseguimos;
¡Despertar es morir!
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