Sembré un jardín
de claveles en el mar,
claveles de amor,
claveles de paz,
para los días que lleguen
cargados de odio,
cargados de guerra.
Los sembré
amaneceres y noches
para los que busquen la luz,
para los que
merezcan descanso.
Los sembré débiles y tontos,
para que ,
los que se creen únicos
tengan que aprenderlos
a cultivar
pero también
fuertes y feroces
para que
ninguna tempestad
los pueda arrancar.
Les sembré feos,
les sembré bellos,
mas, a aquellos
les di el poder
de curar
las heridas del alma
que los otros
causarán.
Puse colores
del más allá ,
pues, por ver
los conocidos
quería variar.
Me faltaba
la esencia
que más tarde un ángel
me alcanzara,
esencia de soles y lunas
para mis claveles de mar.
AUTORA; Verónica Martín
¡¡¡Preciosa poesía!!!sin duda enriquece tu poesía este hermoso blog de difusión cultural; un honor visitarlos
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